Lectura

Bóreas

Cuando Milo subió a hablar con Mia la noche anterior sabía que algo bueno había ocurrido, ya que había tardado mucho en bajar. 

 

– buenos días pa – me saludó Mia dándome un beso en la mejilla, detrás de ella llegó Milo con una cara de felicidad que no se la quitaba nadie. 

 

– hoy hice panquecas – le dije a los chicos mientras se disponían a poner la mesa. 

 

El desayuno pasó muy ameno, durante este pude notar como Milo y Mia no paraban de mirarse. 

 

– ¿Hoy van a entrenar? – les pregunté un poco culpable de romperles la burbuja en la que se encontraban.

 

– pues claro que sí,  descubrí una forma de hacer nuestra unión y que Mia no sufra  tanto a la hora de entrenar – me dijo Milo muy entusiasmado 



Milo

 

– ¿unión? – me preguntó ella, mirándome fijamente.

 

– la unión es el acto que hacen dos soul mates para cuidarse entre ellas – le dije tomándola de la mano como un gesto de cariño.

 

Ella me miró con cara de no entender mucho, pero con una mirada le hice entender que en un rato vería a lo que me refería.

 

Cuando terminamos de acomodar las cosas del desayuno tanto Mia como yo nos preparamos para entrenar.

 

–   Estoy lista – me dijo Mia saliendo del baño de su habitación, no sé por qué verla con su traje deportivo me volvía loco.

 

Mia

 

– Te espero en la sala – le dije aguantándome la risa, sabía lo que le pasaba y me parecía súper gracioso.

 

– E- está bien – me dijo saliendo de su trance  algo apenado.

 

Cuando los dos estuvimos abajo preparamos la sala y nos dispusimos a acomodar la Estancia.

 

Al acabar de acomodar todo Milo se sentó en el suelo con las piernas cruzadas y me hizo un gesto para que me sentara en el espacio libre que dejaron sus piernas.



Milo

 

Cuando le pedí eso la sentí un poco insegura, al notarla así me paré y la abracé.

 

– no te va a pasar nada – le dije mientras la rodeaba con mis brazos, eso hizo que ella se relajara y pudiéramos empezar el ritual de la unión.

 

Este comenzó con una meditación en la que estábamos los dos unidos, yo sentado en el suelo con las piernas cruzadas y ella sentada en el espacio que estas formaban.

 

Cuando me di cuenta ella ya estaba lo suficientemente relajada y se podía empezar con dicho ritual.




Diario de una semidiosa

Próximo capítulo #pasado (Milo)

Si quieres guardar tu progreso de lectura, puedes Crear una cuenta ¡Es gratis!

Lista de capítulos
Publicidad