Lectura

Mía

Pasadas un par de horas llegamos a la ciudad. El ruido de los autos invadió mi sistema haciéndome dar cuenta de cuan relajada pasé mis vacaciones.

 

 – ¿qué te parece la ciudad? – le pregunté a mi padre, a lo cual él no me respondió porque andaba distraído mirando por la ventana del auto, los grandes edificios, las aceras y la gente que transitaba por ellas. 

 

– ya entiendo por qué quieres cambiar mi forma de vestir – me miró fijamente. 

 

– ¿En serio? – le pregunté levantando la ceja,  él asintió con la cabeza y siguió observando a la gente que transitaba por la calle. Pasado unos minutos llegamos al edificio donde queda mi departamento, me estacioné y me dispuse a bajar mi equipaje con ayuda de mi padre.

 

Bóreas

Ya habíamos llegado al edificio donde vive mi hija, después de bajar el equipaje del auto tomamos el ascensor a su departamento, al entrar a la estancia era muy acogedora y cálida, con dos pisos, en la planta principal se encuentra la sala, cocina y un pequeño baño de invitados; en la segunda planta se encuentra un pasillo con tres habitaciones y el baño principal. 

 

–pa me voy a dar una ducha– me dijo Mia mientras subía su equipaje.

 

– está bien – le respondí y acto seguido me puse a ver las fotos que estaban sobre una estantería cerca de la entrada.

 

Mia

Cuando terminé de ducharme me vestí, bajé, comí algo y me dispuse a ver televisión con mi padre, en eso me entró algo de sueño y no pude evitar dormirme acomodándome en su regazo. 

 

Imágenes de una tierra fría y devastada invadieron mis sueños en ella se disputaba una guerra, escenas violentas de gente peleando fue lo que vi a continuación, en eso me desperté exaltada, con la respiración acelerada. 

 

– ¿te encuentras bien? – me preguntó al ver en el estado en el que estaba. 

 

– no – le respondí y acto seguido le conté lo que soñé. Él me miró algo preocupado y me abrazó para  que me calmara.

 

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